En memoria de Maria Amelia

Seguramente muchos de los que entráis en este blog conoceréis el de Mª Amelía, "A mis 95 años". Ella era la bloggera, probablemente, de mas edad de la red. Su espacio daba ejemplo de lo que pueden las ansias de vivir y de compartir esa vida con los demás.

María Amelía ha muerto en su tierra, Galicia, en su pueblo, Muxia, allá por la "costa da morte", donde tantas mujeres, marcadas por la emigracion, y la larga ausencia en el mar, de sus hombres, "viudas de vivos" las llamaba Rosalia, lucharon por sobrevivir en unos tiempos dificiles, dando muestra de su valor y espíritu de sacrifico. Así veía yo , a través de su blog, a Mª Amelía, como una mujer llena de coraje y fiel a sus principios e ideas.

Ha muerto, sin duda, a sus 97 años, le llego su hora, pero nunca morirá en el recuerdo de los que durante estos dos años la hemos admirado a traves de su blog.

Descansa en la paz de tu "costa" alli junto a "la pedra de abalar".

Hasta siempre

Cerrado por la pena

Ha muerto el poeta "mi Poeta", no tengo palabras, solo el consuelo de que en la cabecera de mi cama seguiran , mientras yo viva, sus Palabras.

Hasta siempre Mario.

"Madres"

"Maternidad" (Olga Blinder:Paraguay, 1921-2008)

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Mirame Madre y por mi amor no llores.

Si esclavo de mi edad y mis doctrinas

tu martir corazon llene de espinas.

Piensa que nacen entre espinas flores.

(Jose Martin)

Hoy, Día de la Madre, al menos aquí en España, no quisiera pasar sin rendir un pequeño homenaje a todas esas Madres, a las que están y a las que se han ido, de la generación de la mía. Mi madre tendría ahora 87 años, desgraciadamente ya son 43 los años que no disfruto de su presencia física. Formaba parte de esa generación de Mujeres a las cuales les toco vivir años de lucha, de hambre. Eran esas mujeres cuya adolescencia y juventud fue truncada por la guerra, muchas, como la mía, llevaron luto, en la ropa y en el corazón, por padres, hermanos, incluso por sus primeros novios. Cuando fueron Madres, después de una larga posguerra, tuvieron que pelear, junto con sus compañeros, para que los miseros salarios alcanzasen, al menos, para poner una comida digna en la mesa, para que los días importantes, de "Fiesta Grande" pudiésemos "estrenar" ropa y zapatos, para mandarnos al cine o comprarnos unos Tebeos. No se conformaron con que sus hijos tuviesemos la vida que ellas habían tenido, y defendieron, con muchos sacrificios, nuestro derecho a la educacion y a la cultura en unos tiempos donde el conseguirlo no era fácil. No dieron todo, renunciando a todo. Hoy lo merecen todo.

Por ellas, para ellas, por las que viven y por las que, como la mía, solo están en el recuerdo de los que las amamos, estas letras mal hilvanadas pero sacadas del corazón.

¡Gracias! ¡Muchas Gracias!